Benidorm

Ubicada en una privilegiada orientación, al abrigo del Parque Natural de la Serra Gelada, la población mira al Mediterráneo, directamente a su corazón, a su esencia y exprime cada minuto de sol para goce y disfrute de propios y extraños.

Sus magníficas playas, variada oferta hotelera para todos los gustos y la envidiable vitalidad que goza durante todo el año, son su alma y motor, constituyendo un ejemplo que otras poblaciones costeras del Mediterráneo tratan de imitar… sin conseguirlo.

Pese a la imagen de concentración urbana muy densa que Benidorm evoca, todavía podemos encontrar paraísos terrestres y propiamente marinos muy valiosos y singulares, excepcionalmente conservados, a escasa distancia del núcleo urbano. Nos referimos a la Serra Gelada al norte y al islote de Benidorm con sus fondos marinos asociados que atraen a buceadores de toda Europa.

Sus playas, de insuperable calidad, la limpieza de sus finas arenas y el esmerado cuidado en cualquier época del año constituyen su principal activo y atractivo para el turista que, por miles, visita la población, recorre sus bulliciosos paseos, se adentra en la gastronomía local o internacional o se deja llevar por la variada oferta de espectáculos, golf, parques temáticos y acuáticos, y un largo etcétera.

Un pequeño Manhattan al borde del cálido y sugerente Mediterráneo: ¿alguien da más?